LOS CAMBIOS
En demasiadas ocasiones los cambios, la incertidumbre de no
saber qué va a pasar, nos produce ansiedad.
Pero realmente, lo que tendría que producirnos ansiedad es
estar siempre en nuestra zona de confort, sin arriesgarnos, sin tomar caminos
nuevos. Aunque no nos demos cuenta el cuerpo acaba entristeciendo.
¿Cuántos de vosotros estáis en un trabajo que no os gusta
simplemente por seguridad y estabilidad? Por desgracia, son muchas personas las
que se encuentran en esa situación, el miedo al cambio y perder esa estabilidad
es enorme. Y se acaban resignando a una vida de infelicidad por tener una
seguridad.
Al final la vida se convierte en una mera supervivencia en
vez de vivir alegremente los días que estamos aquí. Cuando queremos darnos
cuenta, ha pasado demasiado tiempo. Hemos invertido demasiado tiempo en cosas
que no nos hacían feliz por miedo a los cambios.
¿Cuántos pensáis que empezaréis a disfrutar de verdad cuando
os jubiléis? ¿Por qué esperar a ser feliz, a hacer las cosas que queréis a los
65 años? ¿Por qué no hacerlo ahora o a corto plazo?
Yo no tengo trabajo fijo, no tengo una estabilidad económica
y reconozco que me produce ansiedad en muchas ocasiones. Pero las cosas a las
que me dedico me hacen feliz. No quiero arrepentirme el día de mañana de haber
estado trabajando en un sitio que no me gusta. Más que por el hecho de trabajar
en algo en lo que no me siento realizada es porque se le dedica muchas horas al
trabajo, gran parte de tu vida se esfuma trabajando, porque no hacer que ese
tiempo, ya que es obligatorio, sea agradable.
El arriesgarse, el que se produzcan cambios en tu vida te acaba haciendo más sabio y más feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario